Waterloo o mis amigos imaginarios

Waterloo
Originally uploaded by nrusse.

¡Oh Dios mío!¡Qué duro áquel verano en Waterloo! Un 31 de Julio, un dolor de estómago inconfundible, el peso en mi espalda, los niños desafortunados huyendo de Jim Carey, todo se apoderó de mi; el caos, el mismo de siempre. Me trajeron muchos recuerdos de Navidad, estos días tan lluviosos. Los colores de las luces, las paredes verde menta, los techos altos, los muebles del Salvation, que se parecen a los que tenía abuela… Si pudiera irme caminando hasta a su casa otra vez. Si pudiera flotar con miedo por áquel camino encedido. Usted perdone, pero hoy no soy yo, me he convertido en otra persona. Usted, no me reconocerá, pero tampoco me va a ignorar. Qué díficil es estar aquí en esta trinchera. ¡Boom! Acaba de exloplotar una bom… y por ahí viene un dedo mutilado.

Soy una tipa con rollos de esos raros, existencialistas, de los que la gente ya está jarta. De eso le iba a hablar, de mis amigos imaginarios. ¿Cómo hablarle de ellos sin herirlo, si somos iguales, bueno, no sé, no soy tan fuerte, ¿o sí? ¿Sabe lo que quiero hacer? Escribir y escribir. Mire, estoy escribiendo lo que se me antoja y usted no me puede detener, usted no manda, no controla nada, este timón es mío y yo lo llevo a donde yo quiera. ¡Véngase! ¡Móntese! ¡No huya! Este es mi refugio. Aquí nadie de Waterloo le va a hacer daño. Ay, Waterloo! I feel like I win when I lose.¿Usted tampoco sabe perder? Yo pierdo todo el tiempo, es la única forma que tengo de ganar. Yo sé que tengo que vivir sus realidades, pero hay un mundo, una fantástica y rídicula realidad que usted no conoce. Yo no sabía que existía, poco a poco me fui enterando por las camisas que usaba, mi t-shirt de David Bowie, por ejemplo, tiene un poder.

No se oye ningún ruido, los vecinos piensan que por taladrar las paredes, van a conseguir desconentrarme. Usted no sabe que no pienso, que no escucho, que vago como un títere. ¡Me encantan los títeres! Usted y yo, parecemos titeritos de caserío también. Venga acá, escúcheme, para que me juzgue, para que barra el piso conmigo y me llame loca, envidiosa, diosa, Nydiosa, nyodiosa. Todas las diosas, las diosas que son todas, que se confuenden en mí, que son las mismas que se confunden con usted. ¡Boom! Es sólo una página, y usted no sabe lo que he viajado para llegar hasta aquí detrás de este trineo, de este Rosebud, del color de áquel momento, de aquellos ojos y ritmos cárdiacos que llenaban áquella misa de gallo con mi suit Rosita y zapatos blancos de Pignataro. Usted amigo, era usted amigo imaginario. Usted, que todavía me mira, se embizca, me respeta y lo asaltan, y le roban el ego y ya está usted comprándose uno nuevo. ¿Sabrá su novia que escuchamos Morrisey? No se preocupe amigo, mejor escuchemos música del itunes, ¿no le molesta todo este bombardeo de consejos y razones? Queme todo su dinero y vámonos a un bosque a fotocopiar los libros, las fotos, porque si las pegamos unas encima de otras, ellas crecerán, como los frijoles de Juanito, y nos llevarán allá arriba. Para mí es la forma más segura de llegar, la imposible. Le prometo que si sobrevivimos a esto, venderemos más puleritas que don Armstrong. Busquemos nuestras bicicletas ahora que no viene nadie. ¿ A qué usted y yo lo que necesitamos es subir en bicicleta, por la Luna de Moonriver, y dejar una sombra de abandonado extraterrestre en ese espejo? Para entenderme, usted tiene que sintonizarme. Abrázeme.